Eres luz que ilumina desde que sale el sol por la mañana aunque no me haya levantado, esa luz que desprende amor siempre y no se apaga aunque las cosas no acompañen.
Luz que vela por mi hasta que me acuesto, que a veces pasa desapercibida por encerrarme en mis cosas pero que valoro cuando llega la calma.
Luz que entiende y siente de manera cercana mis inquietudes y que realmente comprende, que valora lo que hago y en lo que me convierto.
Yo valoro enormemente tu luz, porque vale mucho y va cara, todos la quieren y necesitan que les alumbres, como si tu no necesitaras que velen por ti.
Mi respuesta no es proporcional a lo que me das, e intento devolverlo poco a poco.
Que sepas que te quiero mucho con luz o sin luz, simplemente que sepas que estoy aquí, junto a ti, para acariciarte en tus días malos.
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